Mi relación con la cocina empieza desde muy pequeña, viviendo en provincia con mi mamá que estudiaba, quedaba lo de ayudar, y comencé haciendo pan y cocinando, que se me daba fácil y bueno. Luego en mi casa cocinarles a mis hijos no fue fácil… muy mimados lo que le gustaba a uno le desagradaba al otro , por lo que tenía que tomar muy en cuenta que ingredientes ponía en cada plato y terminé cocinando tres distintos almuerzos diarios…. Alguna vez en conversaciones con amigas había quien cocinaba y quien no, que a alguna le encantaba y a otras no… me dí cuenta que a pesar de cocinar desde siempre no era algo que yo disfrutara, era lo que tocaba hacer y ya…
Hace algunos años con los hijos grandes y sin la obligación de alimentar sus cuerpos, hubo un periodo en que cociné muy poco… si estaba cansada o sin ganas no lo hacía… pues que se las arreglara cada uno con su hambre. Y entonces empecé a tomarle el gusto a cocinar, que lo hacia bien y con cariño… con voluntad de entregar amor a través de la preocupación por los platos ricos, ojala saludables, novedosos, y siempre con mucha dedicación por los comensales.
Este fin de semana...

Ciruelas cocidas,


Fritos de flor de Zapallo,


y de Berenjenas,

ensalada de la huerta: hojas de Rúcula, Albahaca, hojas y flores de Capuchina,

Humitas de choclo (maíz),


vino tinto para acompañar...

Almuerzo en el patio,



Y para tomar once... Pan integral y Queque de chocolate....